La Lucha del Pueblo: por la salud y la educación | La Opinion

Desde una sencilla oficina en el bulevar Whittier del Este de Los Ángeles, que da la bienvenida al visitante con un colorido mural que representa el pasado y futuro de esta comunidad, una docena de trabajadores y cinco voluntarios hacen la diferencia para que quienes estudian en esta parte de la ciudad gocen de mejores oportunidades.

Dan vida a Inner City Struggle, conocidos en español como La Lucha del Pueblo, una organización sin fines de lucro que comenzó hace 15 años promoviendo la salud y seguridad en Boyle Heights y que hoy, una década y media después de su nacimiento, se enfoca en mejorar las escuelas de Los Ángeles.

"Cuando le preguntamos a la comunidad, la educación siempre es el tema más importante para ellos, a pesar de que el statu quo ha sido siempre muy fuerte", dijo María Brenes, quien dirige la organización. "Los padres quieren un mejor futuro para sus hijos, y el sueño de los estudiantes es ir a la universidad".

La Lucha del Pueblo fue el grupo que más presión ha puesto en los últimos años en el Distrito Escolar Unificado de Los Ángeles (LAUSD) para que se implementen las clases A-G en secundaria, requeridas por las universidades públicas de California para conceder admisión en sus campus.

La construcción de más escuelas en el Este de Los Ángeles ha sido otra de las exigencias que más se han hecho escuchar desde esta organización. "Las escuelas grandes han sido las que han creado la cultura de bajas expectativas" entre los estudiantes latinos, dicen.

Algunos planteles como la Roosevelt o la Garfield han acogido en los últimos años entre dos y tres veces más de estudiantes que la capacidad para la que fueron construidos. La reciente apertura de la secundaria Felicitas y Gonzalo Méndez supone una victoria que le permite a la Roosevelt recuperar el calendario tradicional después de 16 años operando durante todo el año.

"Tratamos de cambiar la cultura de la comunidad, no sólo porque merecemos algo mejor, sino porque lo podemos exigir", dijo Brenes. "La educación no es un privilegio, es un derecho humano, y sólo con educación habrá mejores oportunidades en el Este de Los Ángeles".

Unos 200 voluntarios, entre estudiantes y padres, colaboran con la organización cada mes. Aunque La Lucha del Pueblo acaba de cumplir sus primeros 15 años, el movimiento que defiende asienta sus raíces cuatro décadas atrás cuando los jóvenes del Este de Los Ángeles sintieron que "estaban en un sistema de educación que no era justo para los mexicanos".

"Sabemos que los sistemas grandes como el nuestro no cambian si no hay presión de afuera", comentó Yolie Flores Aguilar, miembro de la Junta Escolar de LAUSD que representa el Este de Los Ángeles. "Necesitamos este tipo de empuje, esta voz que representa a la comunidad para que nos digan y nos exijan a ser mejores, porque sin este movimiento los sistemas se atascan".

Durante ocho años, Luis Sánchez estuvo al frente de La Lucha del Pueblo, hasta que en 2006 se sumó al equipo de la presidenta de la Junta Escolar de LAUSD, Mónica García. Asegura que su visión de la educación no cambiado al trabajar antes exigiendo reformas al distrito y al tratar ahora de llevarlas acabo desde adentro.

"Ni yo ni Mónica [García] podemos hacer los cambios sólos, se necesita a toda la comunidad. Estamos tratando de hacer cambios que nunca antes habían llegado", dijo Sánchez. "Antes lo hacía reuniendo a padres y estudiantes y ahora a iglesias y organizaciones".

La próxima batalla que libran desde La Lucha del Pueblo es conseguir que la secundaria Garfield sea convertida en un campus de escuelas pequeñas para personalizar la educación con el fin de aumentar los índices de graduación.

"Tenemos que ir poco a poco, somos como una escalera", dijo Brenes. "Hay que ganar una cosa primero para después ganar otras más grandes. Esa ha sido y seguirá siendo nuestra estrategia".


Be the first to comment

Please check your e-mail for a link to activate your account.