Luego de una reunión a puertas cerradas de casi 7 horas, la junta directiva del Distrito Escolar Unificado de Los Angeles (LAUSD) ratificó a John Deasy como superintendente del distrito hasta junio del 2016, luego de días de fuerte especulación sobre su posible renuncia.
La mayoría de sus siete miembros dio a Deasy una evaluación “satisfactoria” durante su evaluación anual, que fue esperada con una gran anticipación.
“Agradezco a la junta por las honestas conversaciones, para que podamos trabajar juntos en sacar de la pobreza a la juventud de esta maravillosa ciudad”, fueron las primeras palabras de Deasy, después de un rotundo silencio sobre los rumores de su renuncia, que surgieran desde el jueves pasado, a raíz de que el diario Los Angeles Times reportara sus intenciones de dejar el puesto de más alto rango en el segundo distrito más grande del país.
“Ha sido todo un viaje para cada uno de nosotros, de francas y honestas discusiones, en que hemos llegado a un acuerdo para avanzar por el bien de los niños”, dijo Richard Vladovic, presidente de la junta.
Desde muy temprano ayer, miembros de organizaciones educativas y comunitarias, particularmente de la comunidad latina, demandaron frente a las oficinas del distrito, que los miembros de la junta directiva “no dejaran ir a Deasy”.
María Alcalá, madre de un estudiante de la primaria Calle 24, fue tajante cuando habló ante los miembros de la junta. “Trabajen, hablen, pero no permitan que Deasy se nos vaya”, dijo.
“Con Deasy llegó el cambio y el progreso académico que nuestros hijos tanto necesitaban. Nos trajo soluciones cuando nadie nos escucho por siete años. Bajo la lluvia, en el frio de un parque, Deasy nos escuchó y ahora estamos disfrutando de los logros de nuestros hijos”, sostuvo.
Blanca Dueñas, madre y abuela de 10 estudiantes del LAUSD, en el Este de Los Angeles aseguró que “nunca había visto un superintendente llegar a las comunidades. Jamás había habido un acercamiento como el de Deasy con nuestra comunidad”.
La mujer resumió sobre el desempeño de Deasy, “llegó, se enteró y trabajó a favor de nuestros niños”.
“Usted es nuestro héroe. Esta es su casa, nosotros somos su comunidad. Los latinos estamos contigo”, dijo Dueñas a Deasy.
El rumor de los planes del superintendente de renunciar en febrero, siguió a las enfatizadas críticas contra su iniciativa multimillonaria de poner un iPad en las manos de cada uno de los más de 650 mil estudiantes del distrito, más del 73% de ellos de origen latino.
Mientras que, a puerta cerrada, se discutió, por casi 6 horas el destino de Deasy, un empleado de alto rango de uno de los miembros de la junta , que pidió no ser identificado, presentó un acuerdo, que según él, Deasy había solicitado al abogado, para poder separarse del distrito. El documento citaba “razones personales” como el motivo de su intención de dejar el puesto.
“He hablado 10 veces con él en los últimos cuatro días, porque tenemos que hablar en un ambiente familiar de cómo servir mejor a los intereses de los estudiantes”, expresó Vladovic minutos antes de entrar a la sesión a puerta cerrada.
Con tal documento, de 6 páginas, Deasy intentaría llegar a un acuerdo con la junta para que no renunciara, ni fuera despedido, sino que se quedara trabajando como consultor hasta el término de su contrato, con su actual salario de $330,000 anuales, hasta el 30 de junio del 2015.
Pero el acuerdo entre Deasy y los siete miembros de la junta superó este documento, los rumores y la especulación, al confirmar finalmente que se mantiene al mando del LAUSD.
Deasy tomó las riendas del LAUSD en abril del 2011, impulsando una agenda reformista, que incluyó la nueva evaluación de maestros basada en datos estandarizados, que le ganó la enemistad del sindicato de maestros (UTLA), que no tardó en aplaudir la intención de Deasy de dejar el distrito.
Con la confirmación de que este seguirá al mando del LAUSD, Juan Ramírez, vicepresidente de UTLA compartió que “queremos que busque otra manera de trabajar con los maestros, que nos incluya”, dijo.
Be the first to comment
Sign in with
Facebook