Estudiantes de LA reciben aparatos tecnológicos para seguir a flote en las clases

Yesenia Vélez, de 18 años, es estudiante de último año en la secundaria Garfield, en el Este de Los Ángeles, y hasta principios de año todavía estaba haciendo planes para asistir a su fiesta de graduación.

Cerrar el ciclo de la clase de 2020 y abrir camino para empezar la universidad eran algunos de sus sueños. No obstante, han quedado truncados debido a la pandemia del coronavirus.

Yesenia tiene cinco hermanos y su padre es el único proveedor del hogar. Tras la pandemia ha quedado sin empleo y por la falta de estatus migratorio legal en el país, no pueden obtener ayuda del gobierno como el cheque de estímulo federal.

“De la escuela, a mí me prestaron una computadora con un hotspot [un dispositivo para obtener Internet]”, dijo Yesenia, quien es estudiante sobresaliente y actualmente toma dos clases avanzadas (AP).

“Pero es difícil porque mis hermanos también quieren usar el Internet y al usar mi hotspot se vuelve más lento”.

Aunque por una parte agradecen poder tener a la familia unida y a salvo del contagio del coronavirus; también es difícil ya que Yesenia y sus cinco hermanos intentan —a veces fallidamente— completar sus estudios en línea con acceso limitado a Internet y en un hogar de una recámara.

“La verdad es que todos nos estamos quedando atrás y no es justo”, indicó la joven.

Cambiando la narrativa

Daniela Hernández, directora de organización InnerCity Struggle, dijo que debido a la alta necesidad que hay de estudiantes de bajos recursos para acceder a estos dispositivos comenzaron una campaña para recaudar por lo menos $400,000 para apoyar en la tecnología necesaria.

“Tenemos una meta de ayudar a 5,000 estudiantes en el Este y Sur de Los Ángeles con la ayuda de nuestros compañeros de Brotherhood Crusade y Community Coalition”, explicó.

La situación de Yesenia no es ajena a lo que se vive en estas comunidades ya que es común ver a los estudiantes que tienen que compartir una computadora con varios miembros de la familia y en ocasiones con un servicio de Internet lento, indicó Hernández.

La organizadora dijo que debido al cambio, en el modo de enseñanza —que ocurrió de la noche a la mañana— le fue difícil enfrentarlo de manera adecuada al Distrito Escolar Unificado de Los Ángeles (LAUSD).

“Desafortunadamente no estábamos preparados para algo del tamaño de una pandemia”, dijo Hernández.

“Por lo tanto, lleva un tiempo y como los estudiantes que conocemos esperan continuar con su aprendizaje, estamos tratando de otorgarles esos dispositivos”.

Las mismas organizaciones participantes se encargan de identificar a los estudiantes con más necesidades para entregarles este material necesario.

Antes de la pandemia del COVID-19, Yesenia asegura que la familia no podía darse el lujo de tener Internet o una computadora en casa. Cuando las escuelas cerraron, el LAUSD les prestó tabletas a sus dos hermanos menores pero sin Internet.

Hernández dijo que ya han recaudado más de la mitad de lo que cuesta comprar los dispositivos y por eso esta semana comenzaron a repartirlos. Entre las primeras en recibir su computadora portátil fue Yesenia y una de sus hermanas menores.

“En este momento todavía estamos recaudando fondos. Estamos a un poca distancia de lograr la meta y estamos tan ansiosos de poder ayudar”, expresó Hernández.

Aurea Montes-Rodríguez, vicepresidenta ejecutiva de Community Coalition, dijo que la actual crisis global ha expuesto profundas inequidades existentes en el sistema educativo con impactos devastadores para los estudiantes más necesitados.

“Community Coalition tiene el honor de unir fuerzas con Brotherhood Crusade y InnnerCity Struggle para luchar contra la brecha digital y abordar las necesidades de aprendizaje de nuestros estudiantes”, explicó en un comunicado.

“Estamos agradecidos de que en el futuro, los estudiantes puedan conectarse con sus maestros, consejeros, compañeros y organizaciones de justicia social. ¡Cuando nos unimos, ganamos!”